Siete días intensos
Nuestros últimos siete días han sido una locura hermosa, colmado de rutas en Bolivia y Argentina. Viajes en vehículo, taxis, buses.
Luego de una hermosa despedida por parte de nuestros queridos amigos cruceños, nos despertamos bien temprano para tomar camino hacia Tarija para conocer a Ilián, el bebé recién nacido de nuestro querido manillo Rodrigo Otero. Por supuesto, no faltó oportunidad para inmortalizar su sonrisita y ojitos brillosos en nuestra cámara. Inmensa alegría poder compartir juntos el momento más importante de su vida.
Primer Paso: Camino a Tarija
La ruta a Tarija merece un párrafo aparte. Las rutas en Bolivia suelen tener vistas espectaculares. Esta no fue la excepción. Muchos kilómetros de pura tierra y obras en construcción.
Algunos tramos poseen sólo una vía, por lo que uno debe tomar mayor precaución en curvas y aguardar el paso de los pocos camiones que venían de frente. Nos sorprendió la detención de un tramo en construcción. Las rutas en Bolivia se encuentran en constante actualización, lo que resulta una buena señal de crecimiento en la región.
Estuvimos que quedarnos cuatro horas parados aguardando en medio de la montaña para que los trabajadores pudieran poner en condiciones la ruta.
Aprovechamos a descansar una siesta, ya que habíamos manejado alrededor de mil kilómetros en las últimas horas. La Ñata y el Camperbox sumaron puntos nuevamente. Las vistas siguieron siendo espectaculares hasta que nos envolvió la noche y pudimos llegar sin problemas.

Nos sorprendió la sonrisa repetida en la cara de cada tarijeño que hemos conocido desde que llegamos. Es un punto también a destacar de esta bella ciudad productora de vinos entre suaves montañas. Conocimos gente adorable. Sobre todo al momento de compartir interesantes charlas sobre el desarrollo social y económico de Bolivia.
Paralelamente comenzamos a tramitar nuestra extensión de estadía en el país, para poder quedarnos varios meses más y disfrutar aún más todo lo que Bolivia tiene para ofrecer. Una gran alegría.
Una vez iniciado el trámite en Migraciones, nos informan que debemos regresar a Argentina para tramitar el certificado de Antecedentes Penales. Al ser presencial, requería sí o sí viajar a una capital. Elegimos Salta para poder visitar a nuestro querido amigo Samuel quien hace varios años que no veíamos pero siempre mantenemos contacto y amistad.

Una vez iniciado el trámite en Migraciones, nos informan que debemos regresar a Argentina para tramitar el certificado de Antecedentes Penales. Al ser presencial, requería sí o sí viajar a una capital. Elegimos Salta para poder visitar a nuestro querido amigo Samuel quien hace varios años que no veíamos pero siempre mantenemos contacto y amistad.
Atención Viajeros: Ley Ridícula para Argentinos
Atención Viajeros: Ley Ridícula para Argentinos
Un punto importante a destacar para nuestros amigos viajeros en este párrafo.
Tuvimos que viajar por las rutas en Bolivia y dejar el vehículo estacionado en Bermejo (Bolivia) antes de pasar a la frontera. ¿Por qué? Debido a una ridícula regulación argentina donde indica que al superar seis meses de salida de un vehículo local nos cobrarían una «reimporitación» con un valor del CINCUENTA POR CIENTO DEL VEHÍCULO.
Una ley sin sentido en Argentina indica que si superas los seis meses fuera del país con tu vehículo, al reingresar te cobrarán el 50% de impuesto a modo de «reimportación».
Una ridiculez absurda y sin sentido. Habiendo comprado La Ñata legalmente el año pasado tributando normalmente y pagando las patentes e impuestos correspondientes, aún así no podemos volver a ingresar a nuestro país.
La solución (por ahora)
Debés salir por el paso fronterizo en Brasil que tiene otro tipo de convenio según teníamos entendido. Algunas personas dicen que es por cualquier punto de Mercosur, pero no nos arriesgamos. Un motivo más para dificultar aún más la posibilidad de viajar siendo argentino. Espero esta regulación pueda ser modificada pronto.
Segundo Paso
Segundo Paso: Ingresar a Argentina sin La Ñata
Al dejar el vehículo en un estacionamiento en Bermejo, cruzamos a pie el puente que divide ambos países. Fue todo muy sencillo y tanto el personal argentino como boliviano muy atento y gentil. Ellos no hacen las leyes y nos entienden.
Ya era bien tarde, pero tuvimos tanta suerte que justo había un taxi compartido que nos llevaría hasta Orán, provincia de Salta. Recomendamos no moverse mucho por la ciudad. Sobre todo al llegar a media noche.
Compramos el boleto en bus para viajar a Salta -la linda- a las 2AM. Encontramos un comedor abierto, donde no pude evitar disfrutar unos deliciosos ñoquis con estofado bien argentos que me elevan el alma. ¡Estaban increíbles! Nos encantaría poder recomendar el lugar, pero no recordamos su nombre. Queda a una cuadra de la terminal de ómnibus, frente a un club deportivo y una agencia de remís. La atención igual de excelente.
Pudimos descansar dos horas en el bus hasta que gendarmería hizo bajar a todos los pasajeros y corroboraron uno por uno qué traían. Se comentaba que esa zona está muy ligada al narcotráfico, por lo que este tipo de controles nos parecen muy correctos. Fueron muy gentiles y pudimos ver un hermoso labrador negro que se paseó por el micro buscando drogas. Todo salió bien. Pudimos seguir sin problemas.
Tercer Paso
Tercer Paso: Salta (Trámites y Visita Samuel)
Llegamos a nuestra amada Salta a las 6AM. Fuimos caminando hasta la plaza central disfrutando el clima extraordinario de la ciudad y los coloridos árboles que adornan sus parques. Qué ciudad maravillosa.
Dedicamos toda la mañana a trámites y hasta tuvimos tiempo de pegarnos una siestita bajo el sol en la puerta del Cabildo. ¡Pudimos encontrar el termo Stanley que tanto buscamos en Paraguay y Bolivia luego que nuestro querido Nico Esses nos haya contado lo genial que estaba. Cumplimos y lo compramos. Ahora ya no nos preocuparemos tanto por los golpes que sufra la termera.
Actualización 1 año después de este post: Recomendamos a todo viajero hacerse de un termo Stanley. Son irrompibles.
Quedamos fascinados con la Ciudad de la Justicia donde hicimos todos los trámites necesarios en un solo lugar. Un edificio espectacular ubicado en la salida de la ciudad. Creímos que el trámite tardaría muchas horas pero fue súper sencillo y rápido. Bien ahí Salta. Al finalizar fuimos hacia el centro nuevamente, no sin antes quedarnos charlando un rato con el taxista con quien compartimos nuestro estilo de vida y quedó maravillado. Dijo que su sueño también era viajar en auto y no podía creer lo barato que resulta vivir de esta manera. Creo que le contagiamos el bichito viajero. Ojalá.
Alrededor del mediodía aparece nuestro querido amigo Samuel con su sonrisa tatuada en todo momento. Si hay un representante salteño sin dudas es él. Así como Diego Suárez es a Santa Cruz de la Sierra, Samuel es a Salta. Un capo.
Nos llevó a comer un almuerzo increíble en La Casona del Molino. Lugar que vio nacer el talento de Juan Fuentes, nuestro cantante favorito argentino quien hoy es muy reconocido junto a sus talentosos amigos y compañeros de Los Huayra.
Gracias a ellos pudimos conocer a nuestro querido Sami. Esa casona se especializa en comidas típicas y muy pero muy buena música. Guarda su estilo clásico y rústico. No hace falta más ni menos. Es simplemente lo que debe ser. Las empanadas una delicia absoluta. Especialmente las de queso. Así también como las humitas y tamales que pudimos disfrutar.
Cuando Sami nos visitó en nuestra casa del Chaco, nos trajo un montón de delicias de este restaurante.
Disfrutamos un rico vino reserva de altura y fuimos a descansar un rato ya que apenas habíamos dormido la noche anterior.
Las charlas no se hicieron esperar y disfrutar juntos. Pasamos un buen rato hablando de la calidad de vida que Salta ofrece y los proyectos que Sami está trabajando en su empresa de sonido para eventos y recitales.
Por la noche fuimos a comer a un lugar hermoso llamado Grissini Cultura Bistro, donde nos terminamos dos docenas y media de las mejores empanadas que pueden existir en el planeta. Es un lugar digno de recomendación, donde sus dueños apasionados por la cocina le ponen un toque muy especial a sus comidas. Todo es artesanal, hasta su cerveza. Se convirtió en nueva visita obligada a nuestro regreso.
Al día siguiente Samuel armó una reunión junto a su gran amigo Juan, un joven emprendedor argentino que ganó varios premios y visitó junto a su empresa recientemente Silicon Valley gracias a su emprendimiento tecnológico. Tuvimos una linda charla juntos y compartimos varios puntos de vista esperando colaborar con el crecimiento de su empresa. La pasamos muy bien y nos motivó mucho su energía constructiva.

Último Paso
Último Paso: Regreso a Tarija
Antes de regresar a la terminal y tomar el micro de regreso a Orán, pasamos por un mercado de regionales para comprar alguna cosita para un amigo cruceño. Aprovechamos a reabastecernos de yerba mate en varios sabores y nos subimos al cole y acercarnos así nuevamente a nuestras queridas rutas en Bolivia.
Aquí cometimos un pequeño error de logística. Llegamos muy de noche un viernes. El ambiente en la terminal y alrededores no era muy bueno. Habían varios borrachos dando vueltas y los mismos comerciantes nos recomendaron tratar de evitar quedarnos ahí por la creciente delincuencia que están atravesando. Decidimos volver a comer en el mismo lugar donde habíamos estado 48 horas atrás (esta vez fueron exquisitos ravioles con estofado) y nos tomamos un remís hacia Aguas Blancas, el límite con Bolivia. Cruzamos migraciones sin ningún problema y nos trataron excelente una vez más. El remisero argentino se quiso hacer el vivo y cobrarnos 100 pesos más, pero lo ignoramos.
Dato viajero: Nos sorprendió que al ingresar al país nos renovaron la estadía por 90 días más en Bolivia. Teníamos entendido que el límite era de 180 días por año, pero se ve que no hacía falta. De todas formas este lunes comenzamos el trámite de extensión para evitar cualquier riesgo.
Cruzamos el puente nuevamente y tomamos un taxi al centro para buscar la Ñata. Nos preocupamos un poco al ver que el estacionamiento estaba cerrado (eran las 2AM) pero al tocar el timbre apareció un joven que justo estaba trabajando dentro y nos abrió. Pudimos salir sin problemas no sin antes charlar sobre nuestro viaje un buen rato y compartiendo anécdotas.
A la madrugada llegamos a Tarija. Descansamos un rato y aquí estamos nuevamente. La gente amable nos recuerda a Samaipata. Compartiendo junto a ustedes una larga descripción de nuestros últimos siete días, mientras disfrutamos unos mates y editamos las fotos de Ilián. Todo salió perfectamente según lo planeado. ¡Seguiremos en Bolivia por un año más!
